La vida es una caja de bombones

Uno nunca sabe el que le va a tocar.

Cuando hablamos del destino, siempre hacemos referencia al libre albedrío, o sea, la creencia que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Muchas autoridades religiosas han apoyado dicha creencia e indica la realización de una acción, íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción fue inducida por su propia voluntad.

Las elecciones individuales son un resultado entre muchos resultados posibles, todos los cuales son inducidos pero no son determinados por el pasado.
A lo largo de la historia, las personas han hecho intentos de responder a las preguntas del libre albedrío a través de principios científicos. La primera mentalidad científica muchas veces mostró al universo como determinista, y muchos pensadores creían que era simplemente cuestión de recolectar suficiente info para poder predecir eventos futuros con perfecta precisión.

Uno de los debates más odiados de la biología es el de lo innato y lo adquirido. Este debate cuestiona la importancia de la genética y la biología en el comportamiento humano cuando se compara con la cultura y el medio ambiente.
Esto sugiere que la naturaleza y la crianza juegan un importante papel en nuestro comportamiento. Algunos difieren y afirman que alguna forma de libre albedrío puede todavía existir, ya que el factor ambiental en el libre albedrío le permite a una persona manipular ese ambiente, pero solo a veces ese compromiso puede significar un evento que no es al azar. Hay ciertos desórdenes relacionados con el cerebro que pueden ser denominados como desórdenes del libre albedrío: en el desorden obsesivo-compulsivo, un paciente puede sentir una agobiante necesidad de hacer algo en contra de su propia voluntad.

Para los hindúes, “La mente es una parte integral de la naturaleza que está unida por la ley de la causalidad. Ya que la mente está unida por una ley, ésta no puede ser libre. La ley de la causa aplicada a la mente, se llama Karma”.
El destino es el Karma pasado, el libre albedrío es el Karma presente. Los dos son realmente uno, que es el Karma, aunque ellos puedan diferir en la materia del tiempo. No puede haber conflicto cuando ellos son realmente uno.

Para los budistas, el Karma es una combinación de causalidad y libre albedrío. Si las cosas fuesen totalmente causadas no habría manera para desarrollar una habilidad —tus acciones serían totalmente predeterminadas. Si no hubiese causalidad, todas las habilidades serían inútiles porque las cosas estarían constantemente cambiando sin rima o razón entre ellas.

Una analogía es aquella del viaje en el tiempo de la peli El Efecto Mariposa: El viajero del tiempo, habiendo regresado del futuro, sabe previamente lo que alguien hará, pero mientras él sabe esto, este conocimiento no causa la acción del sujeto; el sujeto tuvo libre albedrío incluso cuando el viajero del tiempo tuvo un conocimiento previo.

En Forest Gump, una pluma representa lo poco predecible que es el destino, contrario a aquellos que defienden la teoría de que todas nuestras acciones ya están predestinadas, negando el principio del libre albedrío (recordar la frase “la vida es una caja de bombones”).

En The Matrix y en el Abogado del Diablo existen muchas referencias al libre albedrío y a la importancia de hacer nuestras propias elecciones.

El hombre arriesga su vida cada vez que elige, y eso lo hace libre!!!!!!