En el programa del 15 de Mayo, decidimos hacer un homenaje a Bob Marley, ya que fue la semana del aniversario de su muerte.
Este señor, que nació en un pueblo ignorado, al norte de la isla de Jamaica, para muchos el creador del Reggae, para otros un semidios, fue quien nos hizo amar a esta música. Uno generalmente la asocia al verano, a la playa, al relax, a la vida tranquila y divertida, cuando realmente son canciones muy tristes, que denuncian la opresión de los negros africanos y sus descendientes, que fueron despojados de su libertad, religión y hasta de su identidad.
Ya de muy joven se convirtió en una especie de profeta, un activo político en Jamaica, un músico consagrado y un auténtico propulsor de la fe rastafari, una persona que aún hoy es venerada. Decidimos para homenajearlo (no solo por su obra, si no por lo que hizo por la historia de Sudamérica), tomar una de las canciones, si bien tristemente social y de protesta, más lindas y más románticas que se haya escrito nunca. Es una canción que se llama War, que contiene fragmentos de un discurso que dio Hailè Selassiè (el primer emperador de Etiopía negro) en las naciones unidas.
Hasta que la filosofía que hace
a una raza inferior y a otra superior
sea definitiva y totalmente desacreditada
Y abandonada;
a una raza inferior y a otra superior
sea definitiva y totalmente desacreditada
Y abandonada;
Hasta que no existan
ciudadanos de primera y segunda clase
en una nación;
Hasta que el color de la piel de un hombre
sea más importante que
el color de sus ojos;
Hasta que los derechos humanos básicos
no sean garantizados por igual a todos,
sin excepción de razas,
Hasta ese día,
el sueño de paz duradera,
la ciudadanía mundial y las leyes de la
moralidad internacional
seguirán siendo nada más que una ilusión
efímera para pedir, pero nunca obtener;
Y hasta que el vil e infeliz régimen
que oprime a nuestros hermanos
en Angola, Mozambique , África del Sur.....
en un vendaje inhumano,
haya sido derrocado y destruido en sus cimientos
hasta ese día el continente africano
no conocerá la paz.
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