La Tierra del Ruido

Las ratas ya salieron de su madriguera.
Perros y gatos siguen esperando la llegada de un principe azul benefactor, para salir de las tinieblas.
Será que nacieron condenados a morir en ese mundo oscuro y de laberintos?
El perro nacio perro. Y por más q deje de ladrar, lo mas probable es que muera perro.

La noche es la otra cara de la moneda. Tan real como la diurna, pero con sus propias leyes, sus personajes exclusivos y su vida cotidiana.
Al nacer la noche, nacen el silencio y la oscuridad. Junto con la soledad, el encuentro con uno mismo.
Al nacer la noche, aparecen los vagabundos y soñadores, sus eternos habitantes.

Diez años después

Cuando empezamos con esta aventura, hace de esto ya diez años, nos propusimos hacer un programa de radio para hablar sobre la noche, poesía, literatura, filosofía y sobre todo de Buenos Aires.
Éramos tres aprendices de algo, Miguel, Hernan y Sergio, y no teníamos idea que ibamos a ser cuando seamos grandes.Hoy la vida nos dió una manito para irlo descubriendo y así decidir que camino tomar (o quedarnos al costado del camino).
Hoy sin Miguel, y con las colaboraciones de Matias (el Ratón) y de Alfredo Mercurio, Hernán es un profesional de las comunicaciones (locutor, director de una radio, etc), Sergio un Licenciado en algo, Mercu un experimentador de errores y Matias un gran vividor (nadie sabe vivir la vida mejor que el).
Despues de separarnos profesionalmente mucho tiempo, se dio la oportunidad de reeditar aquel ciclo de La Tierra del Ruido, esta vez por Internet en http://www.blogtalkradio.com/latierradelruido para toda la comunidad argentina y latina en el mundo desde New York y Buenos Aires,
pero con el mismo entusiasmo y ganas de decir cosas.

Seamos Ruido, seamos Noche, seamos Argentinos.


Sergio Mastrogiovanni - Mayo 2007


martes, 18 de mayo de 2010

35 años sin Pichuco

Uno no se muere de golpe, se va muriendo de a poco con cada amigo que desaparece, y asi llega un momento en que de uno no queda nada.


Mi barrio era así,
así....así....así.
Es decir,
qué se yo si era así.
Pero yo me lo acuerdo así:
con Yacumin, el carbuña de la esquina,
que tenía las horanallas llenas de hollin
y que jugó siempre de jas izquierdo
al lado mío siempre, siempre..
Tal vez para estar más cerca
de mi corazon.

Alguien dijo alguna vez
que yo me fui de mi barrio.
Cuando?.... Cuando?....
si siempre estoy llegando.
Y si alguna vez me olvidé,
las estrellas de la esquina
de la casa de mi vieja,
titilando como si fueran manos amigas,
me dijeron: Gordo, quedate aquí...
Quedate aquí.

Anibal Troilo