La Tierra del Ruido

Las ratas ya salieron de su madriguera.
Perros y gatos siguen esperando la llegada de un principe azul benefactor, para salir de las tinieblas.
Será que nacieron condenados a morir en ese mundo oscuro y de laberintos?
El perro nacio perro. Y por más q deje de ladrar, lo mas probable es que muera perro.

La noche es la otra cara de la moneda. Tan real como la diurna, pero con sus propias leyes, sus personajes exclusivos y su vida cotidiana.
Al nacer la noche, nacen el silencio y la oscuridad. Junto con la soledad, el encuentro con uno mismo.
Al nacer la noche, aparecen los vagabundos y soñadores, sus eternos habitantes.

Diez años después

Cuando empezamos con esta aventura, hace de esto ya diez años, nos propusimos hacer un programa de radio para hablar sobre la noche, poesía, literatura, filosofía y sobre todo de Buenos Aires.
Éramos tres aprendices de algo, Miguel, Hernan y Sergio, y no teníamos idea que ibamos a ser cuando seamos grandes.Hoy la vida nos dió una manito para irlo descubriendo y así decidir que camino tomar (o quedarnos al costado del camino).
Hoy sin Miguel, y con las colaboraciones de Matias (el Ratón) y de Alfredo Mercurio, Hernán es un profesional de las comunicaciones (locutor, director de una radio, etc), Sergio un Licenciado en algo, Mercu un experimentador de errores y Matias un gran vividor (nadie sabe vivir la vida mejor que el).
Despues de separarnos profesionalmente mucho tiempo, se dio la oportunidad de reeditar aquel ciclo de La Tierra del Ruido, esta vez por Internet en http://www.blogtalkradio.com/latierradelruido para toda la comunidad argentina y latina en el mundo desde New York y Buenos Aires,
pero con el mismo entusiasmo y ganas de decir cosas.

Seamos Ruido, seamos Noche, seamos Argentinos.


Sergio Mastrogiovanni - Mayo 2007


viernes, 28 de septiembre de 2007

SEVEN

Pecado es la trasgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.

Para varias de las religiones el pecado original es el cometido por los primeros padres de la humanidad al desobedecer el mandato divino de no comer la fruta prohibida.

Los sacramentos del bautismo y la confesión reparan ambas cosas a la vez: vuelve a unir con Dios y reordena la mala inclinación en las apetencias.

Se dice que "Hay 7 cosas que el Señor odia y no puede tolerar". Estas son:
Una mirada orgullosa.
Una lengua mentirosa.
Manos que matan gente inocente.
Una mente que hace planes malvados.
Pies que se apresuran a hacer el mal.
Un testigo que dice mentira tras mentira.
Alguien que causa problemas entre amigos.

Los "Siete Pecados Capitales", listados en el mismo orden usado por la iglesia y después por Dante Alighieri en la Divina Comedia, los Siete Pecados Capitales son los siguientes: Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza, Ira, Envidia y Soberbia.

La lujuria (para mí el mejor pecado de todos), es usualmente considerada el pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual. La lujuria insatisfecha puede llevar a compulsiones sexuales o sociológicas y/o transgresiones.

La gula se identifica como el consumo excesivo de comida y bebida, aunque en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado.

La codicia es como la lujuria y la gula, un pecado de exceso. Sin embargo, la codicia aplica sólo a la adquisición de cosas materiales en particular, en lo que el hombre condena las cosas eternas por las cosas temporales. En el Purgatorio de Dante, "Avaricia" es un término que describe muchos otros ejemplos de pecados. Estos incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal,

La ira puede ser descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. Estos sentimientos se pueden manifestar como una negación de la verdad, tanto hacia los demás y hacía uno mismo, y el deseo de venganza y generalmente deseando hacer mal a otros.

Como la codicia, la envidia se caracteriza por un deseo insaciable, sin embargo, difieren por dos grandes razones: Primero, la codicia está más asociada con bienes materiales, mientras que la envidia puede ser más general; segundo, aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y que perciben que a ellos les hace falta. Dante define esto como "amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos."

El orgullo es considerado el original y más serio de los Siete Pecados Capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás.

La pereza es el más “metafísico” de los Pecados Capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal. Es también el que más problemas causa en su denominación.

Cuanta gente que los tiene todos y hace enojar mucho al señor de barba, cierto?

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