La Tierra del Ruido

Las ratas ya salieron de su madriguera.
Perros y gatos siguen esperando la llegada de un principe azul benefactor, para salir de las tinieblas.
Será que nacieron condenados a morir en ese mundo oscuro y de laberintos?
El perro nacio perro. Y por más q deje de ladrar, lo mas probable es que muera perro.

La noche es la otra cara de la moneda. Tan real como la diurna, pero con sus propias leyes, sus personajes exclusivos y su vida cotidiana.
Al nacer la noche, nacen el silencio y la oscuridad. Junto con la soledad, el encuentro con uno mismo.
Al nacer la noche, aparecen los vagabundos y soñadores, sus eternos habitantes.

Diez años después

Cuando empezamos con esta aventura, hace de esto ya diez años, nos propusimos hacer un programa de radio para hablar sobre la noche, poesía, literatura, filosofía y sobre todo de Buenos Aires.
Éramos tres aprendices de algo, Miguel, Hernan y Sergio, y no teníamos idea que ibamos a ser cuando seamos grandes.Hoy la vida nos dió una manito para irlo descubriendo y así decidir que camino tomar (o quedarnos al costado del camino).
Hoy sin Miguel, y con las colaboraciones de Matias (el Ratón) y de Alfredo Mercurio, Hernán es un profesional de las comunicaciones (locutor, director de una radio, etc), Sergio un Licenciado en algo, Mercu un experimentador de errores y Matias un gran vividor (nadie sabe vivir la vida mejor que el).
Despues de separarnos profesionalmente mucho tiempo, se dio la oportunidad de reeditar aquel ciclo de La Tierra del Ruido, esta vez por Internet en http://www.blogtalkradio.com/latierradelruido para toda la comunidad argentina y latina en el mundo desde New York y Buenos Aires,
pero con el mismo entusiasmo y ganas de decir cosas.

Seamos Ruido, seamos Noche, seamos Argentinos.


Sergio Mastrogiovanni - Mayo 2007


viernes, 31 de agosto de 2007

Compartir también es creatividad

Software libre es el software que una vez obtenido, puede ser usado, copiado, estudiado, modificado y redistribuido libremente. El software libre suele estar disponible gratuitamente, pero no hay que asociar software libre con software gratuito, ya que puede ser vendido comercialmente también.
El software gratis o gratuito incluye en algunas ocasiones el código fuente (haciendo la analogía con una comida, el código fuente sería la receta, y el programa cerrado el plato ya servido, acompañado y condimentado a gusto del programador que lo hizo) ; este tipo de software no es libre a menos que se garanticen los derechos de modificación y redistribución de dichas versiones modificadas del programa. El termino free, traducido al castellano, significa tanto libre como gratis, por eso muchas veces suelen confundirse el freeware con el software libre aunque entre ambos existen notables diferencias.

El software, como todo producto de la creación humana, sea artística o empresarial, tiene derechos de autor. Esto se maneja a través de licencias de uso. Una licencia es aquella autorización formal con carácter contractual que un autor de un software da a un interesado para ejercer "actos de explotación legales". Pueden existir tantas licencias como acuerdos concretos se den entre el autor y el licenciatario.

En caso de que algún usuario o programador encontrase algún error en la aplicación, de acuerdo con los términos de la licencia, lo único que puede hacer es darlo a conocer a la empresa desarrolladora para que esta lo solucione. Aunque el programador estuviese capacitado para solucionar el problema y lo desease hacer sin pedir nada a cambio, el contrato le impide que mejore el software.

El Software Libre es aquél que garantiza al usuario ejecutarlo con cualquier propósito, copiarlo libremente y distribuir copias, estudiarlo y modificarlo como se necesite (lo que presupone el acceso a su código fuente), y redistribuirlo con esas modificaciones.
El término software no libre se emplea para referirse al software distribuido bajo una licencia de software más restrictiva. Las leyes de propiedad intelectual reservan la mayoría de los derechos de modificación, duplicación y redistribución para el dueño del copyright; el software dispuesto bajo una licencia de software libre rescinde específicamente la mayoría de estos derechos reservados.

Una vez que un producto de software libre ha empezado a circular, rápidamente está disponible a un costo muy bajo o sin costo alguno. Al mismo tiempo, su utilidad no decrece. Esto significa que el software libre se puede caracterizar como un bien público en lugar de un bien privado, aunque realmente no lo sea en ningún momento.

Ahora sabemos que tenemos otras opciones al monopolio Microsoft. Nos encontramos la semana que viene.

martes, 21 de agosto de 2007

Cenizas en el Paraiso

La palabra paraíso procede del persa y su significado original hace referencia a un jardín extenso y que se presenta como un lugar bello y agradable, donde además de árboles y flores, se ve todo tipo de animales.

Pero que es el paraíso para la concepción occidental? (ademas del tercer libro de La Divina Comedia de Dante):
• El lugar ideal en la tierra o utopía, que fue una vez realizado en el jardín del Edén.
• El cielo que en algunas religiones aguarda a los que son buenos, se arrepienten o son elegidos.

En el jardín del edén Dios habría colocado dos árboles especiales, llamados el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida; y, además, en este huerto, Dios habría colocado a Adán y Eva, para que vivieran.

En este lugar, Dios le otorgaría al hombre todo aquello que necesitase para tener gozo, placer y armonía, de este modo no le faltaría nada.
Aquí también Adán y Eva desobedecieron a Dios y comieron la fruta del Árbol de la ciencia del bien y del mal. Fueron castigados por su desobediencia: él trabajaría con el sudor de su frente, ella daría a luz con dolor y la culebra reptaría.

Luego fueron expulsados para evitar que el hombre alcanzara la vida eterna, pues ya tenía conocimiento del bien y mal al igual que la mujer provocó al hombre para que comiera del fruto del conocimiento (sexual?).

Podemos hacer una alegoría con la vida de Paris Hilton, de tener la vaca lechera, eligió probar lo prohibido y terminó en cana. Cuanto duró el Paraíso? Nada..

Nos encontramos la semana que viene.

martes, 14 de agosto de 2007

Mi Dios no juega a los dados

El destino y la suerte no son factores que perjudican a unos y favorecen a otros.
El porvenir de las personas no está en las estrellas sino en su voluntad.



Casualidad o causalidad? Un motivo de discusión casi permanente entre todas las ciencias. Una es la antítesis de la otra y son conceptos que, de una manera u otra, rigen nuestra vida y nuestros actos. ¿Por qué nos pasa lo que nos pasa?
El azar, es una de las cuestiones que por tantas noche nos ha desvelado; sin llegar aun a una conclusión científica de carácter universal.

Pero, por que suceden las cosas? En realidad cada hecho tiene una causa real.
Dichas causas pueden ser materiales o inmateriales. Los acontecimientos atribuidos por el hombre “al azar” no son más que una incapacidad física y mental para dominar todas las variables que gobiernan tales hechos.

Se puede decir que el azar surge con los juegos a los que la voluntad humana no puede dominar, por ejemplo los dados; por más que queramos, si no tiramos de tal o cual forma no ganaremos.
En los dados no hay muchas reglas para participar. No se puede planear una estrategia para ganar. Para el hombre, la única variable que interviene es la suerte. Pero en realidad esa “suerte” engloba una cantidad enorme de variables que no se tienen en cuenta, las cuales hacen que la esa suerte desaparezca y que la física tome parte en el caso.
Cuanta más “suerte” se necesite para ganar un juego más variables están actuando para determinar un resultado. Cuanta menos “suerte” rija sobre los resultados más de uno hay que poner para ganar.
Entonces al necesitar más suerte para ganar, existen más variables involucradas, por lo tanto menos capacidad aun de controlarlas (por ser tantas), y por consecuencia inmediata obtenemos menos probabilidad de tener éxito en la jugada.

Realmente es probable que alguien gane jugando a los dados, de hecho muchos ganan, de lo contrario nadie jugaría. En sí la verdadera razón de haber acertado un número es que las condiciones así lo determinaron; si bien esta explicación no denota casualidad, sino causalidad, al estar las condiciones que determinaron el resultado, tan lejos de poder ser dominadas por un ser humano se atribuye el logro a la “buena suerte”.

Pero el verdadero causante de que saliera, por ejemplo un 6, no es ni más ni menos que la forma en que tiramos el dado. Y ni hablar de aplicar su correspondiente analogía en la vida cotidiana.

Cualquier físico podría explicar que conociendo exactamente todos los datos sobre la ruleta y la bolita que rueda sobre ella) la fuerza con que el croupier la tira, el rozamiento, los movimientos del aire, y todo lo que contribuye, aunque sea en ínfima proporción, a construir su trayectoria) se puede calcular con absoluta precisión el lugar donde la bolita caerá. Lo mismo que con el mazo de cartas: si se conociera la distribución del mazo, puede predecir exactamente qué carta habría de salir. Así de sencillo: lo que se suele llamar azar es pura y simple falta de información. La trayectoria de la bolita y la carta que ha de salir están perfectamente determinadas.
Toda la ciencia es determinista: si pasa tal cosa, entonces pasará tal otra.
Si se conocieran las posiciones y las velocidades de todas las partículas del universo, todo el futuro quedaría explicado.

Responsabilidad? Aprendizaje del Error? Cooperación? Perseverancia? Confianza?
Buena Suerte!

sábado, 4 de agosto de 2007

El tiempo si para

Como todos los 25 de julio, la semana pasada se celebró el día fuera del tiempo y el comienzo del año solar galáctico del calendario maya.
En el calendario maya la ecuación es sencilla: respetando los movimientos de los fluidos terrestres (marea, menstruación femenina) el tiempo se divide en 13 ciclos lunares de 28 días cada uno y no en doce meses, como indica el calendario gregoriano. En total, la sumatoria da 364 días. Es decir: sobran 24 horas. Un día fuera del tiempo.

Pero, que es el tiempo? Es la magnitud física que mide la duración o separación de las cosas, o sea, el período que transcurre entre dos eventos consecutivos.
Cuando hablamos de viajes a través del tiempo, es un concepto de desplazamiento hacia delante o atrás en diferentes puntos del tiempo, así como lo hacemos en el espacio. Adicionalmente, algunas interpretaciones de viaje en el tiempo sugieren la posibilidad de viajes entre realidades o universos paralelos.

¿Es teóricamente posible el viaje a través del tiempo? Y si fuera así, ¿podríamos generar paradojas durante un viaje en el tiempo (por ejemplo evitar el nacimiento de nuestros propios antepasados)?
De hecho, se considera que los humanos estamos constantemente viajando a través del tiempo, sólo que de una manera lineal, del presente al futuro inmediato, inexorablemente, hasta la muerte.
Viajar al futuro no tiene, en realidad, nada de particular. El tiempo fluye siempre en la misma dirección y sólo tenemos que sentarnos a esperar a que el futuro llegue hasta nosotros. Sin embargo, ese viaje puede ser un poco largo para una vida humana. Si queremos conocer lo que sucederá mañana, sólo tenemos que tener un poco de paciencia. El efecto relativista de la dilatación del tiempo nos ofrece, al menos teóricamente, la posibilidad de viajar al futuro evitando envejecer.

El viaje en el tiempo en la ficción

En los nueve libros Caballo de Troya, del gallego J.J. Benítez, el personaje principal viaja a la Palestina del año 30. Allí se describe el viaje en el tiempo en gran detalle, explicando cómo funcionaría exactamente una hipotética máquina de tiempo.

En la saga de Volver al Futuro, los protagonistas utilizaban un auto alterado, que viajaba a través del tiempo gracias al condensador de flujo.

También en Stargate se utiliza un presunto dispositivo alienígena que genera agujeros en el tiempo para, bajo ciertas condiciones, efectuar viajes en el tiempo.

Isaac Asimov en su novela El fin de la eternidad maneja un concepto de viaje en el tiempo donde existen unos agentes llamados “temporales”.

En el jueguito El día del Tentáculo, uno de los protagonistas se mantiene en el presente mientras que uno de sus amigos viaja al pasado y otro al futuro. Así, las acciones de cada uno afectan a los otros. Un árbol recién cortado en el pasado desaparece en el futuro y el vino guardado en una cápsula del tiempo en el presente se recoge en el futuro como vinagre.

No hay suceso en la historia que no surja de otros que le hayan precedido y que no llegue ser origen de otros más o menos importantes.
El tiempo es un concepto muy filosófico ya que la percepción del mismo es diferente para cada persona en función de la actividad que está desarrollando e incluso del estado de ánimo.
Si estuvimos muy ocupados parece que el tiempo va más rápido; por el contrario, cuando nos sentimos aburridos tenemos la sensación de que el tiempo no pasa.
Otro efecto similar en cuanto a la velocidad del tiempo se produce por el estado de ánimo. Si estamos muy contentos también parece que el tiempo va rapidímo, mientras que si tenemos un gran deseo de que se produzca un hecho del futuro próximo parece que el tiempo se detiene, como si quisiera llevarnos la contra.
En definitiva, cualquier actividad, ya sea física, mental o emocional, afecta significativamente la percepción subjetiva del tiempo, sin que tengamos medios de medir con precisión sus pequeñas variaciones.

Si tenemos paciencia, nos encontramos la semana que viene.